lunes, 9 de junio de 2008

Desarrollo y Paz

Cada día en Colombia las experiencias de construcción de paz en los territorios contribuyen a la recuperación de crisis, a la prevención de los conflictos y a la creación de condiciones adecuadas para futuras negociaciones y diálogos para una paz sostenible y duradera. Iniciativas como los 19 Programas de Desarrollo y Paz, PDP; los procesos integrales para el desarrollo y la paz que implican la participación de la sociedad civil y del Estado y las numerosas experiencias que se adelantan desde la sociedad civil y la institucionalidad a nivel local han logrado importantes transformaciones.
Aunque cada región presenta una situación particular, en general son afectadas por los diferentes actores armados ilegales, por la pobreza y la exclusión, entre otros, situaciones que hacen de la dimensión territorial un aspecto fundamental en la búsqueda de la paz en Colombia.

Desde los orígenes del hombre, la guerra (como sentido de violencia) ha estado siempre presente, para bien o para mal. Forma parte de nosotros mismos, de nuestra cultura, y no la podemos eliminar de un día para otro. Nosotros mismos la hemos creado, y gracias a ella hemos evolucionado a pasos agigantados. La guerra nos ha proporcionado el progreso moral, social y técnico de nuestras vidas, entonces, por qué buscamos la paz. Tal vez sea por el continuo vaivén de tesis y antítesis, nada puede estar sin su contrario; la paz no existiría porque no habría guerra a la cual ofrecer, la guerra no existiría porque no habría paz a la cual romper.No debemos de olvidar que muchas conquistas civiles que consideramos beneficiosas para nuestra civilización han llegado a través de la violencia como el Imperio Romano o la Revolución Francesa. La violencia frente a otra violencia ha sido el medio por el cual hemos conocido la paz. La paz la hemos considerado como el “status quo” entre dos potencias o grupos, pero también asimilamos la palabra “paz” como sinónimo de “libertad”; entonces debemos hacernos la pregunta: ¿la paz proporciona la libertad?. Me temo que tendré que responder no. A pesar de todo, la paz simboliza el paso previo hacia la libertad de los hombres, aunque por desgracia, no tiene por qué llegar. Por tanto, los seres humanos hemos alcanzado tal grado de desarrollo y somos lo que somos hoy en día gracias a la intervención de la violencia, pero ¿existe otro modo? ¿podría el hombre alcanzar las mismas metas mediante la no violencia?. Por suerte esto fue posible, y lo podemos comprobar a través de la teoría y práctica de Gandhi, que nos ha demostrado la fuerza de la no violencia, la fuerza de un pueblo para presionar a sus gobernantes con las armas del ayuno, la huelga… Su victoria no fue fácil, pero ninguna victoria lo es, nos mostró un camino alternativo que no habíamos contemplado y una esperanza para la convivencia entre pueblos y culturas que por entonces habíamos perdido. Pero todavía cabe una última pregunta: ¿lo que realizó Gandhi con la India, podría volver producirse actualmente? Ante esta difícil pregunta debemos de considerar las condiciones que la produjeron, tanto políticas, económicas como sociales e intentar compararlas con la actualidad.

Vemos que la no - violencia es una forma de presión del débil al fuerte, teniendo en cuenta que pocas opciones le quedan, salvo la rebelión. Pero la rebelión produce disturbios y muertes, además tiende a olvidar el objetivo por el cual ha aparecido, terminando en un futuro incierto. La no violencia es la manera de ser escuchado a través de la persistencia y de las manifestaciones pacíficas, reiterando una y otra vez sus ideales, que difícilmente serán modificados.Las condiciones necesarias para que la no violencia se pueda desarrollar son variadas, pero indispensables para su triunfo, se consideran las siguientes:
• Pobreza generalizada: se puede interpretar que el Estado se está aprovechando de sus ciudadanos, explotándolos hasta la miseria.• Alteración de los derechos inalienables de las personas: los ciudadanos se han convertido en siervos o esclavos del Estado, y nada pueden hacer para que cambie la situación. Es importante este punto, porque no hace distinción entre pobres y ricos, quedando ambos seriamente perjudicados, lo que llevará a que ambos se unan para luchar por la misma causa.• Malestar social: la sociedad empieza a comprender que su situación no es justa, siendo necesario un cambio. Comienza a adquirir la conciencia del “yo” como grupo.• Presencia de un líder: con el cual se sienta todo el mundo identificado con él. El líder será quien organice a la población y la ponga en marcha hacia el cambio que todos piden, es cuando surge la concienciación del “yo” plenamente.• Opinión pública: ha adquirido conocimientos sobre la situación y de las intenciones del nuevo grupo, pudiendo dar apoyo al movimiento emergente. La importancia de este punto radica en la influencia y presión que pueden ejercer tanto desde el extranjero como del interior del país.

viernes, 25 de abril de 2008

EL AFAN TECNOLOGICO QUEBRANTA EL PLANETA TIERRA

Por miles y miles de años el hombre a buscado sobreslir ante los demás, logrando avances tecnologicos que de una u otra forma nos ayuda y nos facilita las cosas de una u otra forma llevandonos aveces a la mediocridad, sin importar los daños que pueda causar a su alrededor, el planeta tierra se esta destruyendo y que hacemos nosotros? colaborar para que mas rapido termine nuestra vida en el mundo, o mas bien porque no nos ponemos a pensar que sera de nuestros sobrinos, hijos y nietos, ellos son los que reciben todo lo que hacemos en el planeta ellos seran los afectados de los beneficios que creemos que obtenemos.



La humanidad enfrenta una de sus peores amenazas; no se trata de guerras, miserias, crimen organizado, enfermedades endémicas o epidémicas, todas ellas muy preocupantes pero, su mayor riesgo hoy, es el cambio climático.Se quiera o no reconocer, el cambio climático es una realidad que día con día se hace más patente, ahí está el creciente poder de los huracanes, las inundaciones, los inusuales deshielos polares, por citar sólo algunas de las manifestaciones más visibles. Ante esta amenaza, resulta importante que instancias como la Organización de las Naciones Unidas haya considerado el cambio climático como tema central de una conferencia de 150 jefes de Estado y de gobierno efectuada hace unos días, en la cual el llamado fue pasar de las dudas a la acción. El cambio climático afecta los patrones alimenticios, migratorios y reproductivos de todas las especies del planeta, en especial de aquellas que habitan las regiones polares. La supervivencia a largo plazo de los pingüinos rey de la Antártica esta en peligro. ¿La razón? El calentamiento global, que eleva las temperaturas del agua y dismuye la cantidad de presas marinas existentes, con las que estos pingüinos se alimentan.La especie, segunda en tamaño después de los pingüinos emperador, tienen su habitad en las islas de los límites del norte de la Antártica y se estima que actualmente existen alrededor de dos millones de parejas reproductoras.

viernes, 4 de abril de 2008

TEORIAS DEL DESARROLLO

La evolución de las ideas no sigue el curso de los siglos. Es más, en el transcurso del siglo XX hemos presenciado cambios radicales en lo que a teoría del desarrollo se refiere. Ni siquiera es indispensable definir los siglos de acuerdo con la clasificación del calendario, de cero a noventa y nueve. En su célebre discurso del 8 de mayo de 1942, Henry Wallace afirmaba que “el siglo que estamos por vivir puede y debe ser el siglo del hombre corriente”, pero no hablaba del siglo XX o del XXI. El hecho conocido de que nos hallamos en los años postreros del siglo XX no significa que éste sea necesariamente tiempo de revisión; y esto es igualmente válido para la propuesta de reevaluación de nuestra teoría del desarrollo.

Y a pesar de todo, la coyuntura actual nos proporciona un momento idóneo para replantear la cuestión, por lo que la tarea que me ha sido asignada me parece muy apropiada. Desde que surgiera por vez primera la cuestión del “desarrollo” al término de la segunda guerra mundial, han tenido lugar muchos cambios tanto en el ámbito de la experiencia como en el de la teoría del desarrollo. Algunos sucesos recientes han justificado el replanteamiento, evaluación o revisión de nuestras primeras observaciones acerca de la naturaleza del desarrollo económico y social. Las conclusiones que extrajimos entonces nos conducen ahora a nuevas reflexiones. Este es un momento tan bueno como cualquier otro para preguntarnos qué dirección está tomando la teoría del desarrollo.

La experiencia y sus enseñanzas

En el mundo de la posguerra se dieron “experiencias de desarrollo” muy notables y variadas, entre las que cabe destacar las siguientes:

- La acelerada reconstrucción postbélica de Alemania y Japón, que emergen como nuevos líderes de la economía mundial.

- El crecimiento económico sin precedentes de Europa y Norteamérica, seguido de una desaceleración que se tradujo, especialmente en Europa, en un aumento sostenido de las tasas de desempleo.

- La creación del ‘Estado de bienestar’, partiendo de Europa, con grandes repercusiones tanto en la calidad de vida como en la carga financiera que debía soportar el Estado.

- El advenimiento de Asia oriental como región de extraordinario crecimiento económico con un notable desarrollo social y equidad comparativa.
Las teorías del desarrollo, entendidas en su sentido actual, pretenden identificar las condiciones socioeconómicas y las estructuras económicas necesarias para hallar una senda de desarrollo humano y crecimiento económico sostenido (productivo o no). Normalmente el campo no se refiere al análisis de países del Norte, sino que se estudian directamente las economías del Sur (sin embargo, no debe olvidarse que algunos economistas ortodoxos actuales consideran a veces a los modelos neoclásicos y keynesianos de crecimiento del Norte también como teorías de desarrollo).

Podemos dividir las visiones del desarrollo económico en cinco fundamentales: la conservadora, seguida principalmente por los economistas neoclásicos; la reformista, seguida por los keynesianos; la revolucionaria productiva, por el marxismo tradicional; la revolucionaria humana, en torno a economistas del desarrollo humano e izquierdistas actuales (alter-globalistas, ecologistas y feministas); y la revolucionaria personal, por un heterogéneo conjunto de economistas perennes o transpersonales con antecedentes teóricos en el anarquismo político clásico. Estas visiones responden las cuestiones básicas de la economía, el desarrollo y la desigualdad Norte-Sur a partir de la siguiente: ¿cómo conseguir el desarrollo para los diferentes países y personas? Estos son los planteamientos: